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martes, 22 de mayo de 2007

EL DERECHO A LA DIFERENCIA

El Derecho a la Diferencia
Por: Albeiro Napoleon Tobar Manzano*

mambruDH@gmail.com

Una mañana, de esas en que el sol brilla con la intensidad del verano, y el viento acaricia la piel, como si fuera la mano tierna del ser que se ama, descubrimos con la sorpresa que solo se da una vez en la vida, el brillo de unos ojos rasgados, la sonrisa sincera de personas que lo entregan todo, sin límites, con el alma abierta, el abrazo estrecho de un amigo y el apretón sincero de unas manos regordetas y pequeñas.

Eran chicos y chicas con Síndrome de Down, que mostraban toda su alegría en un parque de la ciudad, y que con la sinceridad que solo se encuentra en sus miradas transparentes, invitaban a que los acompañaran a un desfile en que con gigantescas marionetas, querían aportar su "NO" a la Violencia que acaba de terminar con la vida de uno de los tantos dirigentes muertos de la Unión Patriótica, y con la vida de tantos ciudadanos anónimos que la muerte demencial y sin razón consumía a cada momento y a cada instante.

¿Cómo entender que desde la Alegría, desde el Arte, desde la DIFERENCIA de unas chicas y unos chicos "mongólicos" como se les ha denominado a veces peyorativamente, se estuviera protestando contra tantos crímenes y tanta violación a los Derechos Humanos?

¿Cómo entender que dentro esa inmensa marioneta que alcanzaba las estrellas, estuviera Cesar, un chico Down entregándole la pasión de sus movimientos y su alegría, para que esa Popayán adormilada despertara y fuera conciente que la muerte no podía imponerse a la Vida, pese a tanto dolor y tanta desaparición?

¿Cómo entender que desde esos rostros pintados de colores y de rojos y de azules, y de banderas, y de lunas y estrellas y de blancos y negros y de arco iris infinitos, se estuviese despertando conciencia de las graves violaciones a los Derechos Humanos, al Derecho a la Vida?

¿Como comprender que una de las poblaciones mas afectadas por su vulneración a los Derechos Humanos - los discapacitados mentales - estuvieran dando ejemplo que aún desde su posición estigmatizada por la sociedad, ellos podían aportar desde el DERECHO A LA DIFERENCIA a construir una sociedad donde sea posible el respeto de la dignidad de las personas?

Fue una lección de vida inolvidable. Y entendimos entonces que precisamente eso, EL DERECHO A LA DIFERENCIA, era la ventana que permitia que ellas y ellos, pudieran ser generadores de dinámicas sobre los Derechos Humanos, tan valiosas y tan profundas como la de un tratadista internacional sobre el tema, con un elemento adicional: la generación de un proceso de sensibilidad sobre los Derechos, que se gestaba, no desde la conmiseración o la lástima, no desde el "pobrecito" o el "mirá tan bonito", sino desde el aporte creativo, colectivo, artístico de una población que no quiere ser carga para la sociedad sino constructora de una sociedad mas justa, donde la alegría, el abrazo fraterno y lo sentires, frenen tanta violación a los Derechos Humanos que nosotros, entre comillas, "los normales" hemos generado.

Allí, entonces también descubrimos que la dignidad de ellas y ellos en muchas ocasiones ha sido pisoteada por un colectivo social y por un Estado indiferente, que señala, que macartiza, que quiere que todo sea como un césped podado e igual, porque le molesta el bosque, lleno de árboles, de arbustos, de disímiles, de altos y bajos, de diferentes. De una Sociedad y un Estado que mira con lastima, en el mejor de los casos, o que simplemente oculta, desecha, o muchas veces desaparece, invisibiliza el hecho de no ser igual, de pensar y sentir de manera diferente, de abrazar con mas ganas, de soñar con mas alegría, de sentir con mas fuerza, de tener imaginarios disímiles, como los de los chicos y chicas Down.

También ahí descubrimos el error de esas "marquillas" de esos "señalamientos" de esos "estigmas" que nosotros los "normales" hacemos con ellos, porque mientras para unos son los "mongolicos", para otros que queremos mostrarnos "neutrales" ellos son niños y niñas con "Síndrome de Down", y entre ellos son: "Claudia, Javier, Lucia, Camilo", sin ninguna calificativo, sin ninguna "discapacidad" (que es otra palabra para querer mostrarnos neutrales). Porque eso hace el mismo Estado y una Sociedad que le molesta la DIFERENCIA: señala, estigmatizar, marcar. Y se señala al diferente, al "loco" al "bobo" al "Homosexual" al "raro", al "mendigo" al que deambula por las calles con la tristeza de sus harapos puestos, al que se ensucia el césped, al que es bosque, al que sueña y ríe y piensa de manera diferente.

Por eso desde el "DERECHO A LA DIFERENCIA", ellos y ellas (ahora sin ningún adjetivo, sin señalar su síndrome ni su discapacidad), nos enseñan una lección de vida. Una lección de Justicia y de Derechos Humanos, pero igualmente reclaman al Estado y al Colectivo Social, que acepte la DIFERENCIA, que ella es la verdadera base de una real democracia, y que esa DIFERENCIA también permite luchar por un DERECHO A LA IGUALDAD, esa paradoja que permite a ellos y a ellas tratarlos como IGUALES pero desde la DIFERENCIA, esa que aun no ha permitido que sus Derechos todos, sean respetados por todos.

Que un día ojala no muy lejano, sea posible un cubrimiento total al Derecho a la Salud de ellos y ellas, y el respeto de todos y cada uno de sus Derechos Humanos, incluyendo la Vida, y que el Estado, ese que transfiere sus responsabilidades a los particulares, para invisibilizar, asuma su responsabilidad histórica con ellos y ellas, porque, definitivamente, desde una perspectiva holística y universal cada uno de estas chicas y chicos, con su sonrisa a flor de piel, nos dan una lección de convivencia y de respeto a la sociedad. Una lección que simplemente también reclama por el Derecho al Abrazo y a la Ternura de un país que hace rato dejo de sentir y que es indiferente al dolor y a la muerte, a la tristeza o a la alegría, al vejamen y a la desaparición.

Que ojala un día no muy lejano, en este país APRENDAMOS que ellos y ellas, son tan valiosos e importantes como el que mas, y pueden ser generadores de dinámicas sociales transformadoras de vida. Que algún día, como ellos nos lo enseñaron con sus inmensas marionetas que alcanzaban las estrellas, movidas por sus pequeños cuerpos y su incansable energía, este país aprenda a respetar el Bosque: es decir a respetar la diferencia, es decir a respetar la diversidad, es decir... a respetar...la Vida.







SIN DORMIR

Autor: JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ PRIETO


Me han despertado sus ecos y
me duele...
la impotencia que trae la lejanía
el silencio cruel de quien gime

Son voces lejanas
sin historia aparente

Son rostros hermanos
en la continua negación
de las cátedras internacionales
en la retórica de siempre
de la hipócrita diplomacia


Quien traerá a dulce bálsamo
las heridas profundas
las lagrimas de dentro?

¿Quién podrá detener lo absurdo,
pedir perdón a los muertos
y dejar que florezca lo tierno?